Y ahora que ves

Autor:

 

Cierto día, el Cardenal Weisman discutía con un inglés utilitarista sobre la existencia de Dios. A los argumentos del gran sabio, respondía el inglés con mucha flema: “No lo veo, no lo veo”.

              Entonces, el Cardenal tuvo un rasgo ingenioso. Escribió en un papel la palabra “Dios”, y colocó sobre ella una moneda:

              -“¿Qué ves?” –le preguntó.

              -“Una moneda” –respondió.

              -“¿Nada más”? – insistió el Cardenal.

              Muy tranquilo, el Cardenal quitó la moneda, y preguntó:

              -“Y ahora, ¿qué ves?”

              -“Veo a Dios” –respondió el inglés.

              -“¿Y qué es lo que te impide ver a Dios?” –le preguntó de nuevo el Cardenal.

              Y el inglés se calló como un muerto. El dinero, a veces, nos impide ver a Jesús.